De ser sumisa y otras cosas inverosímiles

Desde hace un mes he encontrado un hombre que además de ser guapísimo tenía una proposición que, al principio, me parecía que iba en contra de mi naturaleza pero que ha comenzado a gustarme.

Él me explicó lo que estaba buscando: una sumisa!

Una sumisa? Interesante, pero no gracias.

Yo ya había vivido una experiencia parecida hace algunos años y, solo puedo decir que me dejó un trago amargo.  Además que, con los años y la experiencia, he aprendido que soy mejor dominadora que sumisa.

Pero él insistió, supo ver en mi la necesidad de nuevas experiencias, la necesidad de pertenecerle a alguien, alguien que me diga cómo hacer ciertas cosas y cuándo hacerlo, en resumen: me proponía vivir una experiencia al mejor estilo de 50 sombras de Grey.

Particularmente, ese libro y toda su saga no me llamó para nada la atención pero él merece la pena de revivir la experiencia.

El me promete enseñarme el sexo de A a Z, olvidar lo aprendido, entregarme sin reservas y teniendo 100% confianza en él: mi dueño, mi protector, mi guía.

Al principio tenía mucha reticencia, yo tengo un carácter difícil a dominar y soy muy independiente.

Él me dijo: todo eso es una fachada y a mí no me engañas.

Estaba en lo cierto! Es un hombre que me lee como un libro abierto, yo que me creo la más enigmática del mundo.

Bajo este precepto, comenzó mi « entrenamiento ».

Mi maître quiere dominar todo lo referente a mi vida (en la medida de lo posible): Él debe aprobar mi manera de vestir, mi sexo debe estar siempre marcado con sus iniciales, abierto y dispuesto para qué el pueda adueñarse de mi cuando lo desee y en donde lo desee, porque le pertenece.

En resumen: yo soy su objeto! Él se toma muy en serio su rol y me llama al orden cuando siente que esta relación es simplemente un juego para mí.

Pero no sólo soy su objeto sexual, soy también su alumna y su protegida, me cuida, se interesa en mi como persona y como mujer, SU mujer.

El sexo toma otra dimensión cuando eres sumisa: Él se desvive porque su sumisa sienta mucho placer y yo por darle a mi maître lo que se merece.

Ser sumisa te abre las puertas a un mundo completamente nuevo, te libera de muchos tabúes y complejos porque tu maître siempre te guía para que des lo mejor de ti y lo reconoce. Si está orgulloso de ti lo dice, sino también y, quizás se acompañe de un pequeño castigo para que no se vuelva a repetir.

Es una situación inverosímil en la sociedad en donde vivimos, lo admito.  Pero es liberador: dejarte guiar por otra persona cuando siempre has sido la guía es una de las mejores experiencias que he vivido.

Hasta dónde llegará mi entrenamiento? Cuándo me « graduaré »? No lo sé, eso queda en sus manos y yo le tengo mucha confianza que lograra hacer de mi una sumisa digna de mucha admiración.

 

De ser sumisa y otras cosas inverosímiles

Ser infiel, más que una decisión, es una obligación…

images-10

Después de muchos tiempo pensandolo, decidí serle infiel a mi marido!

Por qué? Ahhh, la pregunta del siglo!. Mi marido y yo tenemos 7 años y algunos meses juntos. De esta unión han nacido dos niños. La primera fue producto de muchas noches de pasión, por supuesto, aún no sabíamos en lo que nos estábamos metiendo. El segundo? Pues aún me pregunto cómo lo concebí!

Todo simplemente porque a mi amante esposo no le gusta el sexo. Punto… Simple y a la vez tan complejo.

En nuestra casa, los roles se han invertido: Él es el que nunca tiene ganas y yo la que termino siempre rechazada y mirando lejos.

Por eso decidi serle infiel, para poder encontrar el placer que necesito y, que él no me da, en otros hombres.

Con cuántos? Por ahora no lo sé, espero que no con muchos.

Seré siempre infiel? No creo! Si en algún momento decido dejarlo y que la vida me da la posibilidad de amar nuevamente, pues me aseguraré de tener una compatibilidad sexual del 100% con esa persona para no tener que buscar afuera lo que tengo en casa.

Es que soy desleal? No, yo siento que amo a mi esposo, pero también tengo deseos que simplemente él no puede satisfacer.

Pero nunca puedo decir de esta agua no beberé! Porque, verán uds, yo siento que cada vez que hago el amor con mi amante, dejo en él un pedazo de mi, pero bueno… Me estoy adelantando.

Espero no chocarles con esta crónica de cómo le soy infiel.

Besos,

Adri….

Ser infiel, más que una decisión, es una obligación…